No sé si os habrá pasado alguna vez pero hay preguntas que nunca reciben respuesta en clase, es más, se crea un silencio que parece una sesión de telepatía entre profesor y alumno. No importa el nivel, ni la nacionalidad, ni siquiera la edad, es más un factor de pregunta mal ejecutada.
La primera regla que aplico cuando a los estudiantes les resulta difícil participar en clase es hacerles preguntas directas y cerradas, con un sí o un no es suficiente para responder y sentirse partícipes del grupo. Poco a poco voy ampliando este tipo de preguntas a más abiertas, como por ejemplo,¿qué has desayunado hoy?. Es una manera de perder el estrés por participar.
De ahí que una de las palabras que uso poco en preguntas sea vosotros, bueno, primero pruebo a ver si alguno se lanza a responder y luego voy directa uno a uno. En algún momento de repetición, si veo que no interactúan les "invito" a preguntarse y,¿tú?. Normalmente les hace gracia y aprenden que es una manera de pasar la pelota a otro, pero al menos han podido participar en vez de convertirse en seres invisibles.
Otra pregunta que tengo totalmente borrada y que vendrá de mi etapa como telefonista es ¿me entendéis? o ¿me entiendes?. En mi opinión, resulta muy directa y agresiva para la persona que realmente no lo entiende, es difícil que interrumpan la clase para afirmar que no te están comprendiendo, es más sencillo y efectivo un ¿sí?,¿claro?,¿me explico?.
Y ahora vamos con las palabras que les prohíbo decir a mis estudiantes. Doy por sentado que la respuesta silencio no existe y que si se acostumbran a ella la clase entra en un sopor difícil de salir de él. Del silencio pasamos al segundo nivel que es una respuesta con afirmación o negación, es decir, un sí o un no cuando tú le estás pidiendo una explicación más larga. Siempre escribo en la pizarra ¿dónde, qué, cuándo, por qué, con quién...? para que entre ellos mismos se pregunten.
Y ya el top que limita la respuesta es cuando usan un depende y se quedan tan anchos. Ese depende ya les digo que no me resuelve la pregunta y necesito en qué situación, de qué, del día, del dinero, de la hora, de sus amigos...un montón de posibilidades para que terminen el enigma que han creado.
Son técnicas que a veces funcionan para que hablen más y me ayudan a crear una dinámica de participación. La inclusión de todos en clase, aunque tengan diferente nivel, ayuda a crear un ambiente más relajado que facilitará el aprendizaje y aliviará la frustración del profesor cuando sus estudiantes no le responden.
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