Hoy la entrada va de listas, me encantan. Bueno, más que disfrutar con ellas me ayudan a ordenar las ideas y marcarme unos objetivos que a veces se cumplen y los tacho, o se quedan pendientes hasta que vuelven a desaparecer en la siguiente lista. Tampoco es cuestión de sentirse culpable o estresado cuando algo no se puede hacer, simplemente la idea evoluciona.
Pues bien, después ya de unas semanas de clases online en grupo, en un primer momento de choque ante la situación, salieron varios contras que con los días se complementaron con sus pros. Las voy a explicar en paralelo y si alguien tiene otra experiencia será más que bien recibida.
1. Ni un minuto de desconexión mental o evasión online durante las clases, el no poder levantarte o mirar un segundo por la ventana me parecía imposible . Todo cambió cuando aprendí la "técnica" de planificación de clases preparando ejercicios con pantalla compartida dándoles tiempo para completarlos.
2. El segundo punto es para aclarar lo de preparación de clases. Tengo que explicar que mi experiencia de presencial a online con grupos fue como hacer puenting. Tengo la experiencia, de ahí la sujeción, pero nunca aplicada a este entorno . Me ayudaron mucho los cursos que había hecho para esta transición y después de los primeros días sin tiempo para respirar le cogí el ritmo y la dinámica de las clases. Soy consciente de mis limitaciones por ahora técnicas y me ayudé del libro de clase y lo complementé con PowerPoints para más adelante añadir audios y videos.
3. Echaba en falta los momentos de distensión entre ellos. En clase al acabar un ejercicio pueden relajarse y hablar entre ellos o con el compañero, no veía la opción de hacerlo online. Después de unos días de clase cuando veía que los estudiantes acababan el ejercicio les escribía en privado para pedirles que hablaran con un compañero en el chat. Al principio les sorprendió pero cogieron la rutina y funcionó muy bien para ocupar esos minutos de espera.
4. Me estresó el momento de iniciar la clase. En presencial suelo hacer actividades de calentamiento para empezar a hablar en español. En online me resultaba forzado debido también al momento de confinamiento en el que estamos . Me acostumbré con cada grupo a preguntarles algo recurrente sobre sus actividades habituales, todo se convierte en rutina incluso cuando hay poca actividad.
5. Pausas, silencios en clase. Es un ritmo diferente al presencial donde ellos se ven cara a cara y la conversación es más fluida. Online es diferente pero después de unos días todos se acostumbraron a esperar a que hablara el compañero e incluso se daban el turno de palabra. En el caso de un estudiante más tímido el profesor es como el director de orquesta y da paso a cada uno. Vamos a repetir micho el nombre de los estudiantes para que estén activos y sepan que pueden hablar en cualquier momento.
6. La pantalla separa, no tocas al estudiante, no hay contacto emocional. Puede ser verdad porque es un hecho que la distancia existe pero el saber que aun estando separados puedes estar en contacto crea una cercanía que no esperaba. Abres una ventana más personal que en clase porque enseñas parte de tu casa y eso es más contacto que el presencial. La informalidad de un salón une a la clase.
7. Verme hablando en una pantalla es algo a lo que no estaba acostumbrada . Por no estarlo creo que pocas veces había hecho videollamadas, así que esta situación venía acompañada de superar esa vergüenza inicial de voz e imagen . Una vez superado ese miedo a ti mismo, es algo personal, ya te da igual las caras o tu voz grababa, es cuestión de adaptarse al medio.
8. Algo técnico como problemas de conexión o de correcta visibilidad a través de la pantalla. Probé dos o tres lugares para ponerme a trabajar, la posición y el espacio es muy importante para crear un espacio solo de trabajo. a esto se le ha de añadir tener buena conexión y superar los problemas si los hay. Aquí recomiendo imaginación al poder o tener un alma de decorador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario